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Cómo elegir tus botas para montaña

A la hora de hacer trekking o ir a la montaña, a veces descuidamos un aspecto muy importante, que es el tipo de calzado que llevamos. Debemos tener en cuenta que no todas las botas sirven para cualquier actividad, y que, ya que vamos a darles "mucha caña", tenemos que elegirlas con cuidado para que sean eficaces y no acaben haciéndonos daño o dificultando la marcha.



¿Tienes unas botas como éstas? Igual deberías ir pensando en cambiar de calzado ;)




Consejos para elegir unas botas adecuadas:

- Comodidad: lo principal en unas botas es que sean cómodas. Es mejor que no queden muy apretadas pero, evidentemente, que no dejen "bailar" al pie, en ambos casos para evitar rozaduras y posibles ampollas. Nuestro consejo es que antes de salir estrenes tus botas para que vayan cogiendo la forma de tu pie, antes de hacer una actividad más exigente. Intenta asesorarte para encontrar tu número exacto.

- Actividad:  Como hemos mencionado en post anteriores, no es lo mismo si vamos a hacer el Camino de Santiago que si vamos a hacer alpinismo. De la actividad que vayamos a realizar dependerán las características que tengamos que elegir en las botas. También tendremos que tener en cuenta la época del año en las que vayamos a utilizarlas, para conseguir una óptima transpirabilidad, ligereza e impermeabilidad.

- Suela:   La dureza de la suela depende de la actividad que vayamos a realizar. Si el terreno es exigente, necesitaremos una suela más "dura" y antideslizante. Si lo que vamos a hacer es caminar por terrenos más llanos, durante más tiempo, conviene una suela más blanda y cómoda. Por lo general, a mayor agarre más desgaste, por lo que tendremos que pensar en la actividad que vamos a hacer y buscar una suela que sea resistente dentro de las características que necesitemos.
Muchas de las botas del mercado tienen suela Vibram, de las más conocidas, que ofrece un buen equilibrio,  con especial resistencia a la abrasión.

Tacos: los tacos posteriores reforzados absorben la carga del pie cuando caminamos. Los tacos del contorno favorecen un apoyo adecuado. Los delanteros, la tracción en el ascenso de pendientes, y los medios y posteriores, las bajadas.

Grabado: el tipo de grabado facilitará, dentro del agarre, que se expulsen las piedras, barro, etc., que se vayan pegando a la suela.

Horma: es importante que a la hora de adquirir tus botas te pruebes varias para elegir aquella cuya forma se adapte más a tu pie. En el mercado pueden encontrar diferentes hormas en las botas. Incluso, hay marcas que han sacado formas especiales para personas que sufren hallux valgus ("juanete").

- Punta y talón:   La mayoría de las punteras están endurecidas y también pueden estar reforzadas,  para evitar la abrasión y proteger los dedos en terrenos pedregosos. El talón también debe estar endurecido. A veces pueden tener resaltes para poner crampones.

- Caña:   Cuanto más alta sea la caña más nos protegerá el pie y evitará torceduras de tobillo. Por otro lado, también le da mayor peso a la bota y le resta movilidad al pie. Dependiendo de la actividad deberemos elegir qué características nos vienen mejor.

- Transpirabilidad e impermeabilidad:   Es muy importante que la bota sea transpirable, evitando que se acumule la humedad. Si vamos a salir en épocas secas, será mejor que elijamos un calzado más transpirable. En el resto de los casos, elegiremos que sea lo más transpirable posible dentro de que sean impermeables (hay distintos grados de impermeabilidad, según el material sintético que tenga el calzado).

- Peso y flexibilidad: las botas de alpinismo de invierno suelen ser más pesadas y rígidas, con la capacidad para instalar crampones. Para terrenos menos abruptos, el calzado va ganando en ligereza y flexibilidad, permitiendo mayor libertad de movimiento y adaptabilidad al pie.

- Crampones:   son unos dispositivos de metal que facilitan la adherencia cuando en el terreno hay hielo o nieve. Existen varios tipos: automáticos, semiautomáticos y de correas, dependiendo del tipo de actividad y el tipo de bota que usemos. Por ejemplo, los automáticos y semiautomáticos tienen que tener la suela preparada para ellos. En cambio, los de correas se adaptan a cualquier bota que tenga la suficiente rigidez. También varían por la cantidad de puntas que tengan, la agresividad o el afilado que tengan.


- Mantenimiento:  es importante que, una vez hayamos terminado la actividad, sequemos bien las botas y las limpiemos. A la hora de guardarlas, hay que evitar dejarlas cerca de un radiador o fuente de calor, para evitar que estropee el material del calzado. Cuando están un poco húmedas, podemos guardarlas metiendo papel dentro, que ayude a absorber la humedad y facilite su secado.
Según el material del calzado, existen productos tanto como para impermebilizar como para el cuidado de la piel de la bota.
Hay que intentar evitar que se cuelen "chinitas" dentro para no estropear el interior, sobre todo si la bota dispone de membrana impermeable. También es recomendable mantener las uñas cortas para evitar que éstas dañen el tejido. 

Para cualquier consulta, no dudes en contactar con nosotros o acudir a nuestra tienda Gonza Sport en c/ Ribera de curtidores nº2 (Madrid), donde estaremos encantados de darte el mejor asesoramiento.

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