1. Comer durante la marcha: si la duración del trekking es larga, es recomendable consumir carbohidratos cada 30 minutos (depende de la exigencia de la marcha hasta dos horas, y en cantidades pequeñas, claro), para no agotar las reservas de glucosa en sangre y por tanto poder aportar la energía necesaria a los músculos.
2. No hacer trekking en ayunas. (esto es lógico, si no hay reservas no hay energía, y el cuerpo tiende a consumir lo menos posible, por lo que aparece antes la fatiga).
4. El desayuno debería contener carbohidratos, lácteos y fruta.
3. Hidratación: es necesario beber agua durante el ejercicio, sobre todo para evitar golpes de calor. Debido a la energía que gastamos y al sudor, el aporte de agua que necesitamos es mayor al habitual. Lo ideal es enterarse antes de empezar de dónde podemos encontrar fuentes. Además de las típicas botellas de agua o cantimploras, hay mochilas que disponen de sistemas de hidratación, y también son prácticos los filtros, pastillas y gotas potabilizadoras... (No beber de un río, por muy clara que parezca el agua, si no se tiene claro que se puede tomar).
4. No hay que esperar a tener sed, ya que es síntoma de que el cuerpo ya necesita agua. Es recomendable ir bebiendo durante toda la jornada.
5. En la parada larga para la comida, no es recomendable ingerir alimentos copiosos, sino hacer un almuerzo ligero, pero de contenido energético (cereales, plátano, etc.). Como hemos dicho, en estos casos es aconsejable tomar alimentos ricos en hidratos de carbono, para el aporte de glucógeno a los músculos, y no proteínas o grasas, que se digieren más lentamente.
6. La cena sí debe contener proteínas para favorecer la "regeneración" muscular. Si vamos a pasar la noche en el campo, existen productos en el mercado, como hornillos y menaje de poco peso para poder comer lo más cómodamente posible.
7. Al finalizar la ruta, es recomendable seguir hidratándose, y evitar tomar bebidas alcohólicas, ya que producen el efecto contrario.
